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Antonio Navarro Trujillo

La Punta Larga agrícola
Un relato histórico legado por Antonio Navarro

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DDDAntonio Navarro Trujillo, conocido por Antonico, nació en Candelaria en agosto de 1889 y murió en marzo 1985. Fue encargado de la finca de Punta Larga y empresario de un pequeño salón de empaquetado, sito en la zona de Santa Ana, cuyos productos agrícolas procedían de su finca “La Gallina Ciega”, situada cerca de Samarines. También fue administrador de galerías de agua y juez de paz de esta villa.
DDDDurante algunos años dejó generosamente que se ocupara un terreno de su propiedad, sito en El Pozo, para la ubicación de la Cruz Roja de Candelaria, lugar que hoy ocupa el edificio Gonja.
DDDAún recuerdo a mi amigo Antonio con ese aire de hombre conversador, culto, dando rienda suelta a su prodigiosa reminiscencia. Sus tirantes, chaqueta y sombrero, hacían de él una figura muy peculiar.    Su paso como encargado de la finca de Punta Larga había fraguado en su memoria un cúmulo de vivencias que no estaba dispuesto a que  pasaran al olvido. Por este motivo dejó constancia de ellas por escrito. Hoy este documento enriquece el acervo cultural del municipio al recoger como empezó el desarrollo agrícola de esta zona a través del cultivo del tomate, su comercialización y su decadencia.
DDDAntonico recogió de manera minuciosa, a veces, irónicas y jocosas, las vicisitudes acaecidas desde el año 1904 hasta 1915, para posteriormente emigrar a Cuba. Así nos lo cuenta:
DDD“En esta época se plantaban algunas pequeñas huertitas que se regaban con el agua de algunos pozos que hacían los propietarios. Concretamente se sembraba millo para las bestias y también coles, cebollas y algunos tomates, que eran de muy buena calidad. Se decía que era debido al agua, ya que era algo salobre por estar cerca del mar. Alguien aconsejó a los vecinos que plantaran mayor cantidad de tomates, garantizándoles la compra de toda la producción. Incluso se les anticipaba cantidades a cuenta de la cosecha.
DDDEvaristo Ramos, puso un empaquetado por debajo de Igueste, en el patio de la casa de D. Lorenzo Barrios, encima del aljibe.  El encargado del empaquetado, D. Antonio Ramos, así como los Sres. Ramos, procedían de Barranco Hondo. Casi todo el personal era de este mismo lugar.
DDDRecuerdo bien que el que hacía las cajitas y los atados de cuatro cajitas se llamaba Luciano y le faltaba una oreja.  Evaristo, viendo el buen resultado, construyó un salón cerca de la casa de Lorenzo Barrios, en el lugar conocido por Cuatro Esquinas.
DDDLa gente se animaba y plantaba más tomates, arreglando o acondicionando los terrenos, sacando el agua de los barrancos cuando llovía y como ya se conocía la época de las lluvias se hacían los semilleros para plantarlos en el primer aguacero.  Se sembraban poniendo un jarrito de agua en cada plantita y se dejaban a la voluntad de Dios.  Por cierto, ni se le quitaban los hijos y se daban sanos y en producción hasta principios del verano.
DDDEn esta época aún no se conocían las papas de semilla que venían de Inglaterra.

EL GÚIMARERO CECILIO MARRERO

DDDCecilio Marrero, de Güímar, se estableció en la casa de Cristóbal Pérez Mallorquín, en el sitio conocido por La Rana, en la carretera sobre Candelaria, ofreciendo a los vecinos plantar papas de contrato. El precio a devolver por cada saco de cien libras (un quintal) era de ciento diez libras, y el resto de la producción, al precio que se pagaban en Güímar o en otras zonas, y a la vez, les compraba los tomates que cosechaban y los empaquetaba en la misma casa de don Cristóbal.
DDDLas mujeres que los empaquetaban eran tres hermanas. Recuerdo los nombres de dos, Aurora y Magdalena. Vivían cerca de la Capilla de San Pedro de Abajo. Después ya se fueron entusiasmando otros de Candelaria, como Antonio Fariña Meneque, que trajo una “molineta americana”, que con muy poco aire siempre bombeaba agua, plantando sus tomates, comprando algunos y empaquetándolos después.
DDDGumersindo Marrero Sabina, cultivaba y compraba tomates, pero como todos los pequeños exportadores dependían de los intermediarios, tuvieron que “exportarse” ellos hacia Cuba, ya que al terminarse la zafra quedaron sin respiración como el Gallo de Morón.
DDDComo también se plantaban tomates por la zona de Medio Camino y la Hidalga, Gonzalo Cruz Rodríguez construyó un salón de empaquetado en la Hidalga. Tenía de encargado a Cenobio Ferrera.  Como por esta zona ya quedaban pocos tomates se lo llevaban y les pagaban a 0,10 la libra, es decir, a 10 pesetas el quintal.

EL AGUA DEL POZO DE LA VIRGEN

DDDAllá por 1906 apareció por el Pozo de la Virgen Francisco Trujillo Hidalgo, con el propósito de probar el agua de dicho pozo por si fuera medicinal, llevándose una garrafa con la idea de ver si le sentaba, ya que padecía algo de estómago.  Y, a la vez, creo que Cristóbal Gutiérrez le indicó que cerca del mismo sitio se perdía un gran caudal de agua, donde estaban los lavaderos del pueblo y alguno de los barrios como Igueste y Araya. Al pasar a probar el agua vio una moneda de cobre de las conocidas por dos cuartos, y la cogió diciendo que era la moneda de la suerte que le acompañaría durante toda su vida, colocándola en la leontina de su reloj.  Del agua que se perdía al mar recogió una botella con el fin de analizarla, resultando totalmente potable, volviendo a los pocos días con unos amigos para que vieran el gran caudal que se estaba perdiendo. Los amigos eran  Benito Pérez Armas, Eulogio Gómez y Rafael González, que al comprobarlo decidieron formar una Sociedad para comprar terrenos y aprovechar el agua. 
DDDLo primero fue la compra de todos los llanos de Punta Larga, empezando inmediatamente a roturar, haciendo grandes huertas y poniendo como encargado de los trabajos a Lorenzo Barrios Núñez, por ser él, quien le dijo a Francisco lo del agua, y al ser ambos cazadores, o al menos, Francisco, conocían toda la zona.  También pusieron como encargado a Cristóbal Gutiérrez. 
DDDAl poco se procedió a construir una tanqueta para retener el agua que se extendía por toda la caleta y evitar cortar la de Las Maretas que servían de lavaderos y dejar una toma que salía al centro de la Playita, que también la usaban para lavar, por ser un chorro abundante. Luego, se instaló una bomba de mano, para elevar el agua a una altura de treinta metros, que era el punto de arranque de la atarjea para llevar el agua a la parte alta de lo que empezaba a ser finca, y construir un puente de madera sobre el barranco de El Pozo o de Aroba. 
El puente lo hizo Juan Rodríguez Sabina muy bien construido sobre unas grandes torretas, con un canal de madera. No se perdía ni una gota de agua y duró varios años.  Más tarde se instaló un Dunqui a Vapor, que elevaba de cincuenta a sesenta pipas de agua a la hora.
DDDConsiderando a Juan Rodríguez Sabina como más conocedor que los anteriores responsables, le nombraron encargado general de la finca y empaquetado de tomates. Francisco venía a Candelaria casi todos los días en un cochito con dos mulas que conducía Paco el malagueño.  En ese tiempo no existía carretera para bajar a Candelaria. La entraba se situaba por el Lomo de Aroba. 
DDDPaco, antes de marcharse por la tarde, bañaba las mulas en el agua que se iba al mar y Francisco gozaba viendo a Paco bañar sus mulas.
DDDEl primer año que se plantaron los tomates en la finca dieron a medias las cosechas, mientras se ofrecían a todos los propietarios colindantes facilidades para que plantaran mayor cantidad de estas plantas. 
DDDA todos los medianeros le daban el agua y los abonos, anticipándoles incluso algunas pesetas a cuenta de la cosecha, quedando todos contentos.   Como entonces eran varios socios trajeron de Las Palmas, de Telde concretamente, un recomendado para encargado general de la finca, cesando a Juan Rodríguez Sabina.  El canario estuvo poco tiempo, de 1908 a 1909.   Al mismo tiempo se construyó el salón de Punta Larga y la vivienda para el encargado. Lo hizo Raymundo Ramírez, también canario, en 1910.  
DDDTodos los socios de Francisco vendieron sus pertenencias a Mr. Dan Wuille, muy conocido en Tenerife, quien dio un gran impulso a la finca, comprando todos los terrenos que se vendieran próximos a ella, llegando casi a las setenta hectáreas. 
DDDEl Sr. Dan Wuille trajo como encargado al alemán Bruno Beese, buen agricultor y botánico, haciendo producir la finca de todo. Además, en las tierras más débiles plantaban gran cantidad de cebollas, que se exportaban en guacales, así como maíz, que vendía en rama, a tres pesetas el quintal (100 libras). Por todos los caminos y paseos de la finca se plantaron acacias, dándole a ésta una gran vistosidad, dejando de parecer un desierto.  En los tramos, entre acacias se plantaron también muchos alhelíes de varios colores, que cuando estaban floridos el perfume se percibía a gran distancia, así como claveles, quedando todos los terrenos totalmente cambiados.  
DDDCuando por la parte de El Ramonal, cerca de La Cruz Colorada, ya iba la finca llegando a la carretera, Dan Wuille decidió traer dos motores de 60 H.P. cada uno, con un cuerpo de bombas para elevar quinientas pipas de agua a la altura de 130 metros. Es decir, a la loma que está sobre la carretera de Aroba, y construir una represa en el barranco, para depositar el agua sobrante del día y la noche.  Y, a la vez, construir un canal que pudiera regar toda la finca, hasta la altura del puente, al principio de la Cuesta de las Tablas, y otro en dirección sur, hasta el camino de La Crucita. Es decir, el Cementerio, que era donde más terreno se podía cultivar, con miras a prolongarlo hasta la finca “Las Veleras”, de Eufemiano Ferrer Coello, donde más tarde hizo una exploración junto al risco, a la altura de las cuevas de la playa de la Viuda.  Esta exploración la abandonó porque estaba muy cerca del mar, optando por abrir un pozo cerca de La Restinga, donde encontró buena agua, instalando una gran “molineta americana”. Por esta época la finca cambió de nombre, pasando a llamarse “La Molineta”.   Con motivo de la construcción de estos canales por Dan Wuille y Trujillo, se fueron roturando algunos terrenos en la parte de La Tejinera, hoy Brillasol. Juan Bacallado y José Olivera, trabajaron la finca y construyeron la casa y un estanque junto al canal, que iba a la parte de El Ramonal. 
DDDLa finca la administraba Fernando Guesala y García.  Por la parte del canal del sur, es decir, La Rana, junto al camino de Araya, el cura, Simón Higuera, roturó una finquita muy trabajada y vistosa. También edificó en el pueblo de Candelaria, en la calle de la Arena, una casa para su sobrino Esteban Higuera Hernández, que era el encargado de la finca, y así se fueron construyendo otras fincas y buenas casas en la misma zona, cambiando el panorama totalmente.
DDDEn 1911 Francisco Trujillo Hidalgo ya sentía cariño por Candelaria, así como los políticos influyentes, Benito Pérez Armas, Pedro Matos (jefe de Obras Públicas) y otros, que consiguieron que se hiciera el ramal de Aroba a Candelaria. 
DDDAprovechando la estancia del contratista Raymundo Ramírez, se empezó ese mismo año la obra.  En esa época todas las personalidades tenían que bajar caminando a Candelaria, o por el mar, para ello utilizaban las falúas de José María Carballo y Llomber y Barrera, que también las usaban las principales personalidades de Tenerife, y amigos de D. José María, político influyente en esa época.
DDDYa terminado el ramal, pero sin estar aún entregado, vino en visita pastoral, el obispo de Tenerife, Nicolás Rey Redondo.  Se bajó en Aroba, donde ya le esperaba el cura, José Trujillo Trujillo, y muchos vecinos del pueblo, con un mulo de Manuel Cruz, con una bonita montura cubana.
DDDYa en marcha hacia Candelaria, el obispo se encontró con una barrera cortando el paso y a Raymundo, el canario, agarrado a la ella para que no pasaran por la carretera.  El señor cura se acercó a Nicolás para pedirle permiso para quitarse la casulla y quitar la barrera, cosa que el obispo no quiso. Todo esto debido al pugilato político existente entre el cura y el cacique del pueblo.  Al poco tiempo la carretera fue entregada a Obras Públicas, empezando el despegue de Candelaria, por tener acceso a la carretera general. 
DDDA mediados del año 1911 se estaba elevando agua con las nuevas bombas de Dan Wuille y Trujillo, que dominaban casi toda la costa de Candelaria.  Se fueron roturando y acondicionando todos los terrenos en los que se pudieran plantar tomates, facilitando a los aparceros maderas, abonos, agua y algún dinero para roturar el terreno, y para el sostén de la familia, por lo que estaban todos muy contentos.  Cumplían bien, y a la vez, seguían roturando la finca de Punta Larga, donde se emplea mucho personal, tanto hombres como mujeres.  Los de Igueste, Barranco Hondo y El Tablero, para el campo.  Las mujeres de Candelaria la empleaban para el empaquetado y a los hombres para los atados de las cajitas. 
DDDUn céntimo les pagaban por cada cajita y había algunos que hacían hasta trescientas cajitas. Como era una empresa sólida le traían los tomates que se plantaban, algunos de la costa de Arafo.  Así se convirtió enseguida en un empaquetado fuerte, donde tenía trabajo mucho personal, tanto en tierra como en la mar, donde había varios barcos dedicados al transporte de los tomates, y traída de los materiales de empaquetado, así como de abonos para el cultivo. 
DDDAl mismo tiempo que se iban acondicionando los terrenos de cultivo se hacían buenos caminos que servían para el transporte de los materiales y de los frutos dentro de la finca. Estos caminos tenían acceso a la carretera por la Cruz Colorada. Francisco entraba a la finca en un pequeño automóvil, que era una novedad, y que parecía una bailona con los baches.

LAS SEMILLERAS

DDDEntramos en 1912 con gran entusiasmo. Hacíamos las semilleras después de mediados de octubre, para plantar en noviembre y diciembre, que era la época de la siembra de las tomateras en la costa.  Las papas de medianía en las partes altas se plantaban a mediados de diciembre, que era regularmente cuando llovía. 
Todos estábamos muy contentos, porque se presentaba un año estupendo, muy lluvioso.  Pero llegó el mes de marzo, el 12 y 13, con un huracán de viento del noroeste, que en muchas fincas se llevó la mitad de la tierra, así como uno de los barcos que estaba fondeado, ya que al ser de madrugada, soltó el ancla y apareció en las costas de El Médano.
DDDEl año siguiente se trabajó duro para resarcirse de las pérdidas causadas por el temporal del año anterior, pero sobre las mismas fechas apareció nuevamente otro, causando tantos o más estragos que el anterior. 
Muchos de los propietarios de casi todos los pueblos del Valle empezaron a emigrar a Cuba y por si esto fuera poco, en agosto de 1914, estalló la guerra, quedando todo paralizado y Canarias en ruina total.  A finales de 1915, se hacía difícil encontrar hombres para enterrar a los que se morían, ya que la mayoría de ellos habían optado por la emigración".

Número 52 – Agosto de 2005

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